Con la vendimia como contexto, protagonista indiscutible de los meses de septiembre y octubre (en el hemisferio norte), no podíamos dejar de hablar de las diferentes variedades de uvas que existen. No obstante, se trata de un tema muy amplio, que hemos decidido dividir en tres partes: las variedades más reconocidas mundialmente; las más famosas en España; y por último -pero no menos importante-, las de Castilla y León.

Para contextualizar, un dato llamativo. Según la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV), sólo diez países de todo el mundo bastan para elaborar el 80% del vino que se consume. De este decálogo, Francia, Italia y España, que ocupan los tres primeros puestos, producen la mitad de ese vino. Pero… ¿Con qué uvas?

Variedades de uva Francia

En primer lugar, hablaremos de la Chardonnay, una de las variedades de uvas blancas más reconocidas internacionalmente. Originaria de Borgoña -de donde obtiene su nombre de un pueblo de Maconnais-, su cultivo está muy extendido y podemos encontrarla en casi todo el globo. Es una variedad muy versátil. 

Para describir sus características tenemos que volver a su región vitivinícola autóctona (clima frío). El sol de Borgoña es el factor clave para que los vinos de esta zona tengan un color dorado pálido, además de un cuerpo ligero, una acidez alta y aromas a manzana y a pera. En zonas de clima más moderado, los vinos tienen más cuerpo, aromas a melocotón, cítricos y melón. Finalmente, con temperaturas más cálidas, adquieren aromas tropicales (mango, higos, piña), buen cuerpo, alto grado alcohólico y una acidez baja. Encontramos muchos Chardonnay fermentados en barrica, con crianza sobre lías, que le aportan más complejidad, cuerpo, grasa, aromas a frutos secos y tostados. 

Por otro lado, destaca el cultivo de la uva Pinot Noir, originaria de Borgoña. Como podemos deducir de su nombre (pino negro, traducido al español), se trata de una variedad de uva tinta. Su vino, de cuerpo medio, tiene aromas a frutos rojos y también matices a animal de caza. De acidez baja (debido a la ínfima graduación tánica), en boca se potencian los sabores frutales de ciruelas, arándanos o fresas. 

Asimismo, encontramos la uva tinta Merlot. Este tipo de baya se cultiva en las mayores áreas productoras como Francia donde, junto a la Chardonnay, es una de las variedades más plantadas. 

Los vinos de esta variedad cultivada en zonas cálidas se caracterizan por color violáceo intenso, sabores a fruta concentrados -moras y ciruelas-, taninos aterciopelados, buen cuerpo y alto grado alcohólico, vinos fáciles de beber, este es estilo es el más internacional. Pero al igual que la Chardonnay, cambia de características según el clima. En zonas más frías como Burdeos, encontramos vinos con sabores más herbáceos a fresa madura y frambuesa; asimismo, tienen más acidez y también menos cuerpo y graduación alcohólica. Esta variedad la encontramos como parte de muchos coupages, como en Burdeos donde es normal encontrarla con las Cabernets (C): C. Sauvignon y C. Franc. 

 

  • Las Cabernets

 

Esta variedad tinta, la Cabernet Sauvignon, es otra de las uvas francesas más conocidas y reconocidas por todo el mundo. Tanto es así que mucha gente cuando piensa en vino tinto, lo relaciona directamente con esta variedad de uva. Y esto se debe a la extensión de su cultivo, ya que es capaz de adaptarse a climas muy diversos: desde el valle del Okanagan (Canadá) hasta el valle de la Becá (Líbano). 

Esta versatilidad da lugar a diversos tipos de vinos, de jóvenes a crianza, envejecido en barrica de roble francés – como hacemos en Barcolobo-. Como resultado, encontramos un vino con cuerpo potente y taninos densos. Durante el proceso de crianza, el caldo toma un sabor tostado único. En aroma, presenta toques florales, a violetas; y también frutales, a frambuesas y arándanos. 

Por otro lado, tenemos a su homóloga blanca, la C. Sauvignon Blanc, también de la región de Burdeos (Francia). Esta variedad se caracteriza por la gran resistencia de su cepa, lo qye ha permitido extender también su cultivo por diferentes regiones vitivinícolas. Aunque es mucho menos versátil que otros tipos de bayas. De hecho, normalmente, con su zumo se producen vinos jóvenes y aromáticos, de acidez media. De color amarillo pálido, con matices verdosos, en boca apreciamos toques herbáceos.

Variedades de uva Italia

En nuestro recorrido por Europa, encontramos las dos siguientes regiones vitivinícolas más importantes del mundo: Italia y España. En estos países, aparecen nuevas variedades de uva, autóctonas, que también han sabido ganarse un hueco a nivel mundial. 

La Sangiovese, del latín sanguis Jovis (la sangre de Júpiter), que es, como su nombre indica una uva tinta. Autóctona de Italia, su cultivo está muy extendido por todo el país, desde La Toscana a Sicilia. También por todo el mundo, desde Sudáfrica a Sudamérica. Y es que, como podemos deducir, la planta necesita climas cálidos y secos, y suelo calizo. 

Esta variedad da lugar a otros 14 tipos diferentes de uva, entre las que destaca la Brunello o la Prugnolo Gentile. El fruto de estas cepas se caracteriza por un color violeta, con notable acidez y alto contenido de taninos astringentes; es una variedad no muy aromática, con notas a cereza acida y terroso. Se trata de la uva principal de Chianti o Bruenello de Montalccino entre otros, forma parte del coupage de los “Super Tucans” junto con C. Sauvignon.

La variedad Trebbiano, es otra de las uvas más extendidas en Italia, muy presente en la zona de la Toscana y de Umbria (aunque su nombre parece indicar que su procedencia está ligada al río Trebbia). Es de las variedades más plantadas en esta región vitivinícola. 

Esta uva es muy versátil, y sus características varían dependiendo del momento en que se coseche. En su momento óptimo, el vino que se produce alcanza una buena acidez. De color amarillo pálido, destaca por aromas florales y frutales con toque de almendra amarga en el paladar. No obstante, si la vendimia se alarga hasta el máximo de su maduración, el caldo de esta uva alcanza un mayor grado alcohólico, reduciendo sus aromas. 

 

Variedades de uva España

Ponemos ahora el foco en España, que produce 29,7 millones de hl (11,8% mundial y 21% de la UE). De hecho, es la región con mayor superficie de viña: un total de 1.018 millones de hectáreas. El Tempranillo es una de las variedades de uvas más importantes de nuestro país y, a día de hoy, la tinta más plantada, adelantando a la Garnacha. 

Originaria de La Rioja, su cultivo se ha extendido por todo el territorio español, ya que se adapta muy bien a todo tipo de suelos y climas. Aunque su mejor versión la encontramos en climas fríos. Condiciones tan diversas que dan lugar a un vino bastante versátil, de jóvenes a crianza o reservas. 

Su fruto, de tamaño medio a grande, tiene una piel gruesa de color azulado. Su zumo se caracteriza por un buen cuerpo, poca acidez (bajo contenido tánico) y alta graduación alcohólica. Estamos, por tanto, ante un vino de una alta calidad, fino y seco en boca. En su aroma se aprecian matices a fruta roja, vainilla, tabaco y chocolate. 

La Airén es la uva blanca más importante de nuestro país y la variedad más extendida y cultivada: ocupa una tercera parte del viñedo español. Originaria de Castilla-La Mancha (región de Valdepeñas y La Mancha), su baya es de tamaño medio, color verde amarillento y piel gruesa. Como resultado, obtenemos un vino suave, sabroso y de un tono dorado. En aroma, destacan toques frutales y cítricos – pomelo y manzana. 

 

Variedades de uva internacionales

Tras desgranar el núcleo fuerte de la producción de vino a nivel mundial y sus uvas más importantes, haremos un repaso por otras variedades internacionales con gran repercusión en sus regiones vitivinícolas.

  • Uva Shiraz. De origen palestino jordano, su fruto es más bien de tamaño pequeño a mediano. Su vino destaca por un color rojo brillante, con ligera acidez debido a su alto contenido en taninos suaves y graduación alcohólica elevada. En aroma, aparecen matices de frutas del bosque (moras, grosellas o frambuesas) que cuando envejece pasan a toques ahumados que recuerdan al cuero.

 

  • Uva Riesling. Autóctona de la región del Rin (Alemania), se trata de una uva que se adapta a todo tipo de climas. No obstante, su mejor resultado lo adquiere en zonas frías. El vino de esta baya, característico por tener mucha acidez, toma diferentes aromas frutales, muy intensos, donde destaca la fruta de hueso y los cítricos. Es una uva blanca bastante versátil con la que se pueden elaborar diferentes tipos de vinos, desde secos a dulces, con cuerpo medio o poco cuerpo. 

 

Después de este recorrido por todo el globo terráqueo, podemos decir que las variedades más famosas mundialmente son aquellas que pertenecen a las mayores regiones vitivinícolas. Ya que tienen mayor producción y también más exportación a otros países que se enamoran de estas uvas y extienden su cultivo en nuevos territorios. Si queréis saber cuáles son las más importantes de nuestro país, os lo contamos la próxima semana.