Esta semana celebrábamos el 8M, el Día Internacional de la Mujer. Pero no se nos debe olvidar que este día hay que celebrarlo siempre. Y para eso, nada mejor que nuestro vino Lacrimae Rerum, para brindar por nuestros logros diarios, en la sociedad y a nivel particular. Este rosado, nacido en la Finca Rinconada, en la Reserva Natural “Riberas de Castronuño – Vega del Duero”, es el empoderamiento que cualquier mujer necesita.

Delicado y fuerte, suave y fresco; este vino es un símil perfecto a la figura femenina. Resultado de un proceso de vendimia manual de uvas tempranillo, desde su recolección se cuida cada detalle: se almacena y transforma en pequeñas cantidades para preservar la materia prima, apartando las uvas en peor estado. De esta forma, se obtiene un sangrado de mosto ideal. 

Su fermentación se realiza en barricas de roble francés durante dos meses. De este proceso resulta un vino espectacular, rosa pálido, brillante, con leves aromas florales, violeta y rosa. La cata de este vino permite apreciar todos los matices en el paladar, una composición armónica entre una leve acidez y un toque de frescura.

Ese sabor con toque refrescante hace que el vino rosado sea uno de los mejores acompañantes de viaje, en un menú o simplemente para brindar y degustar. Dentro de los diversos maridajes de este rosado, destaca su conexión con los postres, especialmente aquellos hechos a base de chocolate o frutas como la manzana. No obstante, gracias a su suavidad y ligereza, el Lacrimae Rerum combina a la perfección con platos no muy fuertes como la ensalada, el pescado y el marisco, o la pasta.

En cualquier caso, se recomienda que las comidas sean poco condimentadas, para dar el protagonismo que se merece al vino. Como toque final, un consejo. Si cualquiera de estos platos lleva alguna variedad de queso, el maridaje será simplemente excepcional.

Brinda con y por ellas, con Barcolobo. El Día de la Mujer tiene sabor a Lacrimae Rerum