La pisada de uva es una tradición que se realiza durante la vendimia, y que consiste en pisar el fruto de la viña que se ha recogido y, posteriormente, echado en el lagar. De esta forma, se elabora, más bien se elaboraba el vino.

Parece una tarea fácil. Pero lo cierto es que requiere de paciencia y constancia. Y, por qué no decirlo, de cierta técnica. De hecho, no se realiza de la misma forma en todos los sitios. Cada región tiene sus propias costumbres, aunque existen una serie de normas que deben cumplirse sea donde sea.

Como bien decíamos, es una tradición en desuso, pero muy arraigada a nuestra cultura. Por eso, en muchos rincones de nuestro país se sigue manteniendo como actividad turística. Y por eso, le dedicamos estas líneas.

Proceso de elaboración

Para empezar, la pisada debe partir desde el centro a los extremos. Esto se hace con la intención de aprovechar la uva lo máximo posible, ya que de esta manera se consigue la presión suficiente para extraer el mosto sin que pierda sus propiedades. Además, así se consigue una óptima fermentación, ya que se favorece el contacto con las levaduras.

Es importante recalcar que esta tradición se lleva a cabo con los pies descalzos; sin peso en los pies es más fácil y dinámico. Aunque también se puede realizar con botas de goma. En cualquier caso, hablamos de un proceso que proviene de la vendimia tradicional, y que era la única manera que tenían los pueblos viticultores de elaborar su vino.

Un dato curioso relacionado con la pisada de uva tiene que ver con el ritmo. Los agricultores se dieron cuenta de que obtenían mejores resultados si realizaban la pisada a un determinado compás. Por tanto, este proceso se acompañaba de música, y se convertía en un espectáculo de danza digno de ver.

Es una forma de hacer vino que despierta el interés de los amantes de estos caldos. Se trata de una experiencia única, donde se siente la música, la textura de la uva en los pies, el aroma que nos regalan las uvas y la agradable sensación del mosto entre los dedos.

Actualmente existen otras formas de elaborar vino, más rápidas y con maquinaria. La pisada de uva solo son los cimientos de una casa que ha ido construyéndose poco a poco, con avances tecnológicos y a través de los años. Pero no deja de ser el comienzo de algo tan amado como es el vino y lo que engloba. Al fin y al cabo, no se puede empezar a construir una casa por el tejado ¿no? Por eso las tradiciones son tan importantes para Barcolobo. Nos recuerdan cómo empezó todo y cómo hemos llegado a lo que tenemos ahora.