Son muchas las veces en las que se ha comentado el origen familiar de la bodega Barcolobo, y algunas las pistas que se han ido dejando. Desde 1971, año en el que la familia Isidro adquirió la finca La Rinconada con su viñedo, cada paso ha sido consensuado por todos y cada uno de ellos, incluida la apuesta de comercializar la producción del vino, hace ya veinte años.
Y sí, sabes las fechas que marcan su historia, incluso puedes conocer a alguno de ellos. Pero, es casi imposible que conozcas la historia que hay detrás de cada una de estas botellas. De hecho, ¿alguien sabe por qué uno de sus vinos insignia se llama Victoria? ¡Sigue leyendo para descubrirlo!
En el nombre de la victoria
Victoria significa, según la Real Academia de la Lengua Española (RAE), “hecho de vencer en una competición o lucha”. Asimismo, también se usa como expresión en el mismo contexto, alegría por haber vencido al contrario en algún juego o apuesta. Por tanto, esto nos indica que la palabra victoria se relaciona con una persona u objeto que triunfa.
Partiendo de esta definición podríamos pensar que al Vino Barcolobo Victoria se le nombró así porque ya estaba destinado a ser un vencedor, un récord de ventas frente a otros vinos con características similares.
Pero no, lejos de vanidades y de sonar demasiado pretencioso, esta bebida fue nombrada Victoria como homenaje a la abuela de la actual CEO de la bodega, Carolina Isidro. Una mujer fuerte, tanto como el roble francés, compleja y consistente; matices que bien podrían recordar a la cata de la última añada de este vino, el Victoria 2017.
Se trata de un producto con un color intenso, un hermoso amoratado entre el que se distinguen ribetes granates. En nariz, se distingue un aroma a fruta madura con notas a monte bajo, tomillo y regaliz. Y en boca, encontramos un vino amplio y gustoso, con paso firme, de largo retrogusto y fácil de beber.