Puede que no sea una tradición popular española, pero nadie puede negar que la celebración de Halloween se ha ido afianzando poco a poco en nuestro país. Calabazas talladas formando un rostro algo siniestro en nuestros jardines, velas alumbrado nuestros pasillos, y figuras de brujas, gatos negros, arañas y demás figuras “terroríficas” por todas las paredes de nuestras aulas escolares. 

 

25Este año, desde Barcolobo también queremos unirnos a esta nueva festividad y customizar nuestro entorno. Aunque a decir verdad… ¿Cómo se puede decorar un viñedo? ¡Imposible! En este caso, lo que vamos a hacer es aprovechar los recursos de la propia naturaleza para encontrar aquellos elementos que nos sirvan para crear piezas decorativas. 

Hojas secas

Efectivamente. Como todos habréis pensado, lo que más vamos a encontrar en esta época del año son hojas otoñales secas, ya caídas en el suelo. La primera idea para aprovecharlas es formar una guirnalda que podremos poner en cualquier rinconcito. Es tan sencillo como encontrar un hilo o cordón (o un alambre) y enlazar todas las hojas. Y después: podemos dejarlo estirado para unir dos puntos (ej. de esquina a esquina), o apostar por un motivo circular, cerrando y atando cada extremo, para poner en la puerta principal de casa

Reutilizar botellas

¿Alguna idea más? La opción de la guirnalda era la más sencilla, de pensar y de ejecutar. Ahora bien, hay más posibilidades para nuestras hojas. Por ejemplo, adornar un tarro/ jarrón de cristal, pegando las hojas por dentro, y utilizarlo de lámpara con una pequeña tira led. No se recomienda utilizar una vela de té -aunque quedaría ideal- porque corremos el riesgo de que las hojas salgan ardiendo. 

 

Por último, para explotar al máximo la esencia, el espíritu otoñal y de Halloween de este elemento, podemos utilizar varias hojas para crear un collage que represente algo relacionado con la temática de Halloween. Por ejemplo, un bosque.

 

Al tratarse de un elemento natural ya seco, se puede guardar sin problema para otro año. Pero es tan fino y poco moldeable que nadie nos garantiza que la próxima vez que vayamos a buscarlo no esté ya desmigado. Lo más recomendable sería tirarlo una vez pasada esta festividad. ¡Será por hojas en el campo! 

Qué disfrutéis de una terrorífica noche de Halloween